Quienes amablemente siguen este espacio, saben perfectamente de la irregularidad con que publico contenidos. Falta de tiempo, falta de ganas de hacer fotografías, falta de inspiración...puras faltas, que dirían por ahí. Por otro lado, es más fácil publicar en las redes sociales un par de fotografías de las andanzas en la cocina sin por ello comprometer demasiado del propio tiempo escribiendo toda una entrada; o sea, las redes sociales me han vuelto un tanto facileta. Sin embargo, me niego rotundamente a dejarlo morir.
En últimas fechas, la Cocina Confusa ha sufrido cambios de consideración. Sin embargo, eso no la ha detenido en su acuciosa experimentación gastronómica y menos aún, en su observación y consiguiente crítica de lo que sucede en el mundo de la alimentación: las modas, los cultos, en fin, todo eso.
Este espacio se encuentra en remodelación. Se encuentra, al igual que quien esto suscribe, adaptándose a sus nuevas circunstancias sin por ello perder su esencia de curiosidad gastronómica, y, por qué no decirlo, de crítica a las incontables patochadas y memeces que se siguen y se seguirán diciendo en torno a la comida.
Esperen la reapertura formal de este espacio en breve. Porque vaya que hay municiones y pólvora en todos los frentes.
lunes, 14 de marzo de 2016
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